Un adicto a los videojuegos jugaba "15 horas diarias" sin salir de su habitación

Noticias Cuatro 19/06/2018 17:23

La afición o el interés pierden su significado cuando se convierten en una obsesión. Dejar de disfrutar con los videojuegos y no poder parar son síntomas claros de que se ha traspasado el límite y jugar deja de ser divertido. La OMS ha tomado partida en esta adicción y la ha incluido en la lista de enfermedades mentales. Un ejemplo claro de esta dolencia es el de Álvaro que, tras estar enganchado a las consolas durante 10 años, ahora está en rehabilitación. “Jugaba 15 horas diarias sin salir de mi habitación”, confiesa, y su día a día discurría en esa sala, de la que solo salía para ducharse y comer. Los padres pueden formar parte de la partida comprando juegos educativos en los que el único objetivo es disfrutar al final de la partida.