El seísmo, cuyo epicentro se localizó a 12,4 kilómetros de profundidad, se sintió en al menos 30 pueblos de la región, según ha informado un funcionario de la oficina del gobernador. "Estas aldeas no están muy pobladas, así que no esperamos una cifra alta de muertos", ha dicho Mohamad Javad Kamyab.
Sin embargo, la sacudida ha causado daños importantes en las construcciones de la zona, de modo que varias personas han quedado sepultadas bajo los escombros. Los equipos de emergencia trabajan ya en su rescate aunque el acceso a estas localidades es "muy difícil", según indicó otro funcionario.
"En algunas partes rurales de la región el seísmo ha causado graves daños a edificios, especialmente en la aldea de Hoseinabad, donde las casas estaban hechas de ladrillos de barro", ha señalado un miembro de la Media Luna Roja, citado por la televisión estatal.
El movimiento se notó también en la vecina provincia de Sistan-Baluchestan, fronteriza con Afganistán y Pakistán. "Mucha gente salió de sus casas en la ciudad de Zahedan y en los pueblos de Bam, Jash e Iranshahr", recoge la agencia semioficial FARS.
Nueve réplicas
Tras el terremoto, se han registrado hasta nueve réplicas de menor intensidad, la mayor de ellas de 5 grados en la escala de Richter, según apunta la agencia oficial IRNA.
Varias fisuras atraviesan la placa tectónica sobre la que se asienta Irán, por lo que a menudo suelen producirse sacudidas de considerable magnitud. En concreto, Kerman es una de las provincias más propensas a estos movimientos. El más grave se registró en 2003, cuando alrededor de 31.000 personas murieron en el seísmo que arrasó Bam.