En un principio, las autoridades temieron que una sustancia química estuviera provocando el fuerte olor, pero no encontraron nada fuera de lo normal cuando examinaron la nave, según ha publicado NBC New York. "Equipos especializados en materiales peligrosos llevaron a cabo una supervisión específica del fuselaje y no encontraron ninguna sustancia", confirmó Christian Sliker, del departamento de bomberos de Myrtle Beach.
Entre siete y diez personas de los 220 integrantes del vuelo tuvieron que ser hospitalizadas por irritación en la garganta y dolores de pecho. El resto de los pasajeros llegó a su destino final con unas cinco horas de retraso después de que la compañía enviara otro avión, tal y como la propia empresa ha confirmado en un comunicado.