La joven salió a correr por la noche en la playa antes de cruzar accidentalmente la frontera. El caso ha sido muy mediático y ha puesto sobre la mesa la regulación de la ley en Estados Unidos. Este caso forma parte de las 288 personas arrestadas en lo que va de año en ese país en condiciones similares.
Los guardias fronterizos amenazaron a Cedella Roman con arrestarla durante cinco años en una prisión estadounidense. Sin embargo, su intención estaba lejos de entorpecer la seguridad, ya que ella sólo quería hacerse una foto con la puesta de sol cuando la detuvieron.
En un principio, pensó que el error no era para tanto. Quizás le esperaba una regañina cuando regresara a Canadá. "Me pidieron que me quitara todas mis pertenencias", relata para The Independent. Después de que le trasladasen a un centro de detención en Tacoma, fue consciente de la gravedad de su situación y empezó a llorar.
Esta experiencia le ha cambiado su percepción sobre los migrantes: "Convivir con ellos durante quince días me hace sentirme más cerca de su situación", según declaraciones recogidas en otro medio.
La madre de la joven trajo los documentos oportunos para que su hija pudiese ser liberada definitivamente. Su pasaporte y permisos de estudio para demostrar su identidad y su derecho a estar en Canadá. Hasta que comprobaron que no era una entrada ilegal, la joven permaneció dos semanas encerrada junto a otros inmigrantes.