Teherán, capital de Irán y ciudad más poblada de Asia occidental, se está hundiendo a un ritmo alarmante: 25 centímetros anuales en algunas zonas, según un reciente estudio.
Los investigadores del Centro Alemán de Investigación en Geociencias de GFZ en Potsdam analizaron el alcance de la subsidencia en la región de Teherán entre 2003 y 2017. Utilizaron la técnica llamada Radar de Apertura Sintética Interferométrica que permite detectar las deformaciones del suelo, informa Science Alert.
"En las últimas décadas, el rápido crecimiento de la población combinado con el desarrollo urbano e industrial ha aumentado la necesidad de suministro de agua en la llanura de Teherán", explican los autores en su artículo.
Teherán está experimentando una de las tasas de hundimiento más altas del mundo, explica el ingeniero Roberto Tomás de la Universidad de Alicante a la revista Nature.
El auge de la economía y la población de Teherán desde los años 60 dio lugar a que más de 32.000 pozos explotaran los acuíferos de la región en 2012, aseguran los investigadores. A esto se le suma la construcción de represas que han agotado los acuíferos.
"El nivel promedio de agua subterránea en Teherán disminuyó en aproximadamente 12 metros (39.3 pies) desde 1984 hasta 2011", explicaron los autores .
"La ciencia y la investigación podrían ayudar a las administraciones y gobiernos iraníes a revisar su política de gestión del agua para un desarrollo sostenible", dice Mahdi Motagh, uno de los investigadores del equipo.
Los autores explican que el hundimiento en curso podría provocar más daños en las infraestructuras si no se lleva a cabo una gestión eficaz de las aguas subterráneas. La situación podría volverse aún más inestable en el futuro.
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