Rob Pitts era oficial de policía en el departamento de Terre Haute, en Indiana (EEUU). El pasado 4 de mayo murió cuando acudió a un bloque de apartamentos donde un tirador se había atrincherado. El sospechoso fue abatido, pero Pitts perdió la vida a sus 46 años.
El pequeño, de cinco años, no podía ir mejor acompañado en su vuelta a la escuela. Un policía a su lado y, en fila recta en la acera, todos los compañeros de su padre, Rob. Una imagen que demuestra lo querido que era su progenitor y el enorme apoyo que toda su familia está recibiendo.
“Él definitivamente sabrá que su padre era un héroe. La sangre no siempre hace a la familia, y creo que la familia policial va más allá de eso”. Palabras de Kelly Jones, la hermana de Rob Pitts, en la WHTI-TV, que resumen a la perfección lo arropado que se sintió el pequeño Dakota en su vuelta a su colegio, el Sullivan Elementary School, cuando además recibió la placa de su padre y una camiseta de los SWAT.