Coy Mathis, pequeña estadounidense de 6 años, nació siendo un niño. Sin embargo, con solo un año y medio ya prefería los juguetes de su hermana. A los cuatro años fue diagnosticada de un trastorno de identidad sexual. "Empezó a preguntarnos que cuándo íbamos a ir al médico para que la arreglase", explicaba su madre.
Aunque Coy es una niña con órganos sexuales masculinos y los médicos recomendaron no operar ni hormonar hasta la adolescencia, la pequeña fue escolarizada como lo que ella siente que es. Una niña. Así lo refleja también su pasaporte y su documento de identidad. Y como tal, siempre empleó los aseos femeninos, hasta que en un cruel acto de discriminación su escuela se lo prohibió.
Desde entonces, después de que sus padres presentaran una denuncia por la vulneración de sus derechos tuvo que estudiar en su casa. Tras una batalla de 6 meses en los Tribunales de Colorado (EEUU), estos se han puesto de su lado. Una madre satisfecha, consciente de que se trata de una sentencia histórica, y una niña feliz que solo quiere volver al colegio.