Los milicianos talibanes se atribuyeron la responsabilidad del atentado contra la niña, a la que atacaron cuando regresaba a su localidad natal en el valle del Swat procedente de la escuela.
Un funcionario del tribunal ha confirmado la pena de 25 años de prisión contra los sospechosos, a los que se les ha juzgado en un tribunal antiterrorista.
Además, el funcionario ha explicado que ninguno de los talibanes que perpetraron el atentado se encontraba entre los diez hombres condenados este jueves, no obstante "su papel es innegable en la planificación y ejecución del ataque", ha apuntado una fuente policial de Swat.
La joven Malala fue gravemente herida y fue trasladada a Reino Unido, donde se recuperó y reside actualmente. Junto a ella, dos niñas de la escuela fueron también heridas.
Desde entonces, la activista se ha convertido en un símbolo de desafío a los milicianos talibanes que operan en el noroeste de Pakistán. Así, fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 2014.