Los libaneses han votado este domingo en las primeras elecciones generales en nueve años, unos comicios que no se prevé que amenacen el equilibrio de poder aunque son importantes para la estabilidad económica. Las cadenas de televisión mostraban las imágenes de personas haciendo cola en los centros de votación para depositar sus votos. A pesar de que las ciudades se engalanaron os automóviles y los ciclomotores con las banderas de los principales partidos, canciones para apoyar a los candidatos se escuchaban en altavoces cerca de sus bastiones electorales la participación ha sido inferior a lo esperado, según los primeros datos oficiales.
Unos 3,5 millones de libaneses estaban convocados a las urnas para elegir a 128 diputados –64 cristianos y 64 musulmanes- entre 77 listas cerradas en las quince circunscripciones en la que fue dividido el país. Sin embargo, la tasa de participación fue del 49,2%, cinco puntos por debajo del 54% de las de 2009.
Los resultados se conocerán a lo largo de este lunes aunque los analistas pronostican que Hizbulá, aliado de los regímenes de Siria e Irán y la única formación que no abandonó las armas después de la guerra civil que acabó en 1990, seguirá dominando el tablero político.