Las ventas de los productos con la marca de Ivanka Trump habían caído en los últimos meses, al tiempo que aumentaban las críticas sobre un posible conflicto de intereses, según ha publicado The New York Times en su versión digital.
La decisión de la hija de Donald Trump de cerrar su tienda de Nueva York y despedirse de su marca, coincide con la guerra comercial que ha abierto el magnate y presidente de EEUU con China, país donde se producen la mayoría de los productos que se vendían en la tienda de Ivanka.
Desde que Trump fue elegido presidente los críticos la han acusado de sacar provecho de su posición para promover su negocio, abierto en 2014.
La empresaria Ivanka Trump ha explicado que "después de 17 meses en la Casa Blanca, no sabe si regresará al mundo de los negocios".
Sin embargo, sí dejó claro que su "futuro previsible es el trabajo que estoy haciendo aquí en Washington, por lo que esta decisión es la única solución justa para mi equipo y socios".