Según informa La República, el hombre, se abalanzó sobre el asesino para quitarle el arma. Lo consiguió pero no pudo neutralizar al criminal ya que este salió corriendo. Naeem Rashid, que ya es considerado un héroe para su país, quedó gravemente herido en el forcejeo y murió en el hospital. En la masacre también murió su hijo de 21 años.
Entre las 49 víctimas mortales de los ataques hay menores según ha confirmado la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, "está claro que niños pequeños se han visto afectados en este horrible ataque". Hasta el momento no puede ofrecer cifras sobre el número de menores heridos y ha añadido que visitará el hospital de Christchurch más tarde.
Además, el gobierno ha anunciado que prohibirá los rifles semiautomáticos como con los que se llevó a cabo la masacre. La decisión que ha sido comunicada por el fiscal general de Nueva Zelanda, David Parker ha agradado a la población.
La policía está realizando una investigación muy compleja y completa en la que también se buscan responsabilidades sobre el hecho de que uno de los atacantes retransmitiera en directo por redes sociales un vídeo de su ataque a una de las mezquitas.
También se ha pronunciado Ibrahim Abdul Halim, el imán de una de las mezquitas atacadas, quién recordó que estaba conduciendo las oraciones con normalidad cuando un hombre abrió fuego contra los fieles. No obstante, afirma que este hecho no cambiará la relación de los musulmanes con el país, "aún amamos este país" "nunca, jamás, van a afectar nuestra confianza".
Cuenta que con los primeros disparos, todos se arrojaron al suelo, muchos comenzaron a llorar y otros murieron inmediatamente y ha agradecido la actuación de los ciudadanos neozelandeses "estuvieron dispuestos de inmediato a ofrecer su apoyo a todos nosotros, a darnos plena solidaridad" "comenzaron a danos abrazos, a expresar solidaridad, esto es muy importante para nosotros", dijo.