El mandatario italiano ha confirmado que los líderes de la Unión Europea mantienen divergencias en el modo en que afrontar la dimensión "interna" de la gestión migratoria, es decir, en la reforma de la política de asilo que está estancada en las negociaciones a Veintiocho, pese al objetivo de cerrarla el próximo junio.
Gentiloni ha rebajado ese calendario al apuntar que espera que se dé "un paso adelante" en junio, para poder alcanzar un acuerdo sobre las nuevas reglas "antes de que acabe el año" 2018.
"No estamos ahí aún, sinceramente. Es un trabajo que debemos continuar y no se puede traducir en un aval a quien dice que no apliquemos las reglas de la Unión Europea", ha dicho el italiano a la prensa en Bruselas, a su llegada a la segunda jornada de cumbre de jefes de Estado y de Gobierno europeos.
"Ayer quedó claro en la cena que abrirse a considerar opcional las reglas europeas sobre reubicaciones no es una posición compartida en la UE", ha insistido.
La Unión Europea respondió a la crisis de refugiados de 2015 con un programa para trasladar a 160.000 demandantes de asilo llegados a Italia y Grecia al resto de Estados miembros, pero tras dos años de aplicación apenas se ha cumplido con un tercio de los compromisos.
Hungría, Polonia y República Checa se han opuesto con firmeza a este plan, lo que obligó a la Comisión Europea ha denunciarlos ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) la semana pasada, y mantienen su rechazo a pensar en cualquier sistema similar para el futuro, como el modelo de cuotas obligatorio que defiende Bruselas para responder a nuevas crisis.
Gentiloni, que el jueves logró de los líderes de Visegrado (Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia) el compromiso de que aportarán 35 millones de euros al control de la frontera en Libia, ha criticado que no cumplan las regla establecidas.
Con todo, ha confiado en que los "éxitos" que están dando otros aspectos de la gestión migratoria como el control de la frontera exterior y la lucha contra las mafias que trafican con personas permitan encarar con más calma la dimensión interior.
"Sin la presión de centenares de miles de migrantes irregulares ingobernable quizá sea más fácil convencer a quienes quieren solucionar todo con muros que es necesario colaborar con la reubicación entre países", ha explicado.
Ante el debate de si la revisión de la política de asilo debe ser pactada por "unanimidad" de los Estados miembros o recurriendo a la mayoría cualificada si no hay un consenso total, Gentiloni ha dicho que será "inaceptable" cualquier fórmula que evite el acuerdo total.
"El objetivo debe ser lograr un consenso, porque incluso por la experiencia de la reubicación demuestra que no siempre las decisiones tomadas sin consenso son respetadas", ha avisado. Italia, con Francia y Alemania, harán "todo lo posible" para alcanzar una "solución consensuada", ha concluido.