Ni la prevención de enfermedades de transmisión sexual ni la anticoncepción son importantes para el presidente Duterte, que se caracteriza por sus métodos autoritarios y dictatoriales como han demostrado sus medidas contra los drogadictos y las mujeres.
"Eviten los condones porque los condones no son placenteros", dijo Duterte en un evento con trabajadores filipinos en Kuwait. Acto seguido, el jefe de Estado filipino se metió en la boca un caramelo sin quitarle el envoltorio e invitó a los presentes a hacer lo mismo, informa RT. "Cómanselo. Esa es la sensación que da el condón", comparó Duterte.
Carlos Conde, investigador de la División de Asia de Human Rights Watch (HRW), considera "irresponsables" las palabras de Duterte. "En lugar de criticar los preservativos como un inhibidor del placer, Duterte debería tomar medidas significativas para proteger la salud de los filipinos apoyando cambios de políticas urgentemente necesarios para ampliar el acceso y uso de los preservativos en Filipinas", señala. Agregó que Filipinas es el país de la región de Asia Pacífico donde "más rápidamente crece la epidemia" del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).