Santamaría, que ya había estudiado diplomados y algunas materias en la Facultad de Química (FQ), en el Centro de Ciencias Genómicas (CCG) y en el Instituto de Investigaciones en Materiales (IIM), es el estudiante más joven de la UNAM.
El 6 de agosto iniciará el primer semestre de la licenciatura de Física Biomédica. Lo hace tras lograr 105 aciertos, de 120, en el Concurso de Selección de Ingreso al ciclo escolar 2019, ha informado la UNAM en un comunicado.
Aunque reconoce que el examen fue duro, cuenta que lo más difícil fue "que mis papás convencieran a las personas de que me dejaran hacer los exámenes de secundaria y bachillerato, porque decían que seguramente era puro cuento".
"Es un estudiante de alta capacidad cognitiva, juguetón, ruborizado, que ha desafiado al tiempo y a las convenciones administrativas" reza el comunicado.
Sin embargo, reconoce la UNAM "la senda no ha sido generosa ni cómoda". Por ello, dicen, reto para Santamaría, será "luchar contra el escepticismo ante sus capacidades y desempeño". No obstante, reconocen que su presencia supondrá un "crecimiento colectivo" tanto para él como para el resto de alumnos y profesores.
Sobre su futuro, el menor, que ya tiene varios proyectos, habla de curar enfermedades. "Creo que podemos reconstruir una célula, curar todas sus enfermedades por ejemplo la mitocondria, que tiene una membrana exterior y una interior. Aunque es relativamente sencilla tiene un montón de componentes: proteínas, hasta su propio ADN, ribosomas; se puede tratar de crear un medio", explica.
Además, expresa: "Me gustaría encontrar más niños como yo, ayudarlos con lo que no les deja hacer la primaria o la secundaria, decirles por dónde pueden ir para seguir aprendiendo, porque nunca se debe parar". Porque reconoce que la clave para llegar a la Universidad es "estarle dando, nunca decir ‘no se puede’, me voy a regresar a la primaria. Siempre hay una forma de entrar".