El hijo de los propietarios de la tienda, Karl Patel, se dio cuenta que se había olvidado el tercer cupón, que no había comprobado todavía. El empleado que le atendió revisó el número del ticket y, al darse cuenta que estaba premiado, no dudó en rastrear en su móvil la dirección del cliente para devolvérselo. Compraba habitualmente allí y su descripción ayudó a encontrarlo.
Como conocían aproximadamente la zona dónde vivía, se desplazó en coche por el vecindario a buscarle, pero no fue hasta su segundo intento cuando le vio junto a su hijo paseando por la calle. Karl Patel lo detuvo, les enseñó el cupón ganador y les dijo que un millón de dólares (más de 840.000 euros).
Les alegró el día a la familia. “He recuperado la fe en la humanidad”, dijo el ganador cuando recibió contento la noticia. "¡Aparecían seis ceros en la pantalla!" y ninguno de los dos podía creérselo, según las declaraciones que recoge Abc News. Es más, después que habían pasado la euforia inicial, decidieron dar una recompensa a Patel por la acción que había hecho.