La Policía encontró el cuerpo de una mujer sin vida en un domicilio particular de la ciudad de Gumi (Corea del Sur), que se encontraba metido en un ataúd. Al parecer, un grupo de tres mujeres había decidido dormir toda la noche metidas en un ataúd cerrado como parte de un ritual espiritual para alejar los malos presagios.
Según informan medios locales, la víctima de 47 años, cuya identidad aún no ha sido revelada, se encerró en el féretro sobre las 20:00 horas del jueves y se depertó solo un par de horas más tarde quejándose de que tenía dificultades para respirar.
Fueron sus amigas quienes incitaron a la mujer a que volviera a meterse en el ataúd. A la mañana siguiente, se encontraron con que su compañera no respiraba y, tras avisar a emergencias, confirmaron su muerte.
Los agentes han declarado que que la causa más probable del fallecimiento fuera por asfixia: "Es posible que la víctima se sofocó mientras dormía dentro del ataúd hermético". Aunque los expertos apuntan que el "calor extremo" pudo ser también el detonante.