La granada, cubierta de herrumbre, no tenía ya el enganche de seguridad, por lo que los artificieros desplazados al lugar realizaron una explosión controlada del artefacto en el mismo lugar del hallazgo según ha informado la policía alemana.
La aparición de bombas de la Segunda Guerra Mundial sigue siendo frecuente en Alemania. En diciembre de 2011, el hallazgo de un proyectil británico de 1,8 toneladas obligó a evacuar unas 45.000 personas en Coblenza, casi la mitad de la población de la ciudad.