Los esfuerzos de Charles Michel por mantener a flote el Gobierno federal han sido en vano. El pasado domingo la Nueva Alianza Flamenca, los primeros en brindar su apoyo a Puigdemont en Bélgica, le dieron la espalda rompiendo la coalición que formaban con el primer ministro. La razón: el rechazo a que Bélgica se haya sumado al ‘Pacto global para la Migración de Naciones Unidas’. El bloque secesionista flamenco considera que atenta contra la soberanía del país en materia migratoria y ha encontrado en ello otro motivo de discrepancia y otro eje para ejercer presión contra Michel, que finalmente ha anunciado su dimisión tras no lograr los apoyos necesarios para mantener una “coalición de buena voluntad” para acabar la legislatura hasta las elecciones del 26 de mayo del año que viene.
NV-A ya había retirado su apoyo a los Presupuestos de 2019 y con su última maniobra, y a cuenta de la migración, ha logrado tumbar al primer ministro, que pretendía evitar un Ejecutivo en funciones y poder seguir en el cargo gobernando con mayoría parlamentaria, de forma similar a la forma en que lograron mantener el apoyo de Bélgica al pacto migratorio pese a la Nueva Alianza Flamenca, dueña de Defensa e Interior.
"Mi llamada no ha convencido. No ha sido tenida en cuenta. Tomo la decisión de presentar mi dimisión y me dirijo inmediatamente ante el Rey", ha anunciado Michel ante el Parlamento.