Derumbados ante la casa blanca para pedirle al Presidente que actúe ya, que no permita que cualquiera pueda tener un arma. Han pasado dos años desde que el terror devastó Florida. Los disparos acabaron con la vida de 49 personas e hirieron a otras 53.
Y desde entonces Estados Unidos ha vivido más de 700 tiroteos masivos. La cifra asusta a cualquiera y ellos no piensan quedarse quietos. Miles de ciudadanos han salido a la calle para recordar a las víctimas de la masacre en el, ya denominado, Día del Recuerdo de Pulse.
Pero también para pedir más control en la venta de armas de fuego. Están cansados de la inacción de los legisladores. Una petición a la que se ha unido la Asociación Médica Estadounidense quienes además aseguran que la solución no es armar a los profesores de los colegios.
Hoy Estados Unidos amanece con cuatro niños asesinados por un hombre en un nuevo tiroteo en Orlando y 300 millones de armas en manos de ciudadanos.