Chris Watt, el marido de Shanann, embarazada, y sus dos hijas, Bella y Celeste, denunció su desaparición en el estado de Colorado, EEUU. Hizo creer a todo el mundo que su familia había desaparecido.
Chris Watt suplicó por la vuelta de su familia. “Las quiero de vuelta ya”, dijo públicamente desesperado por encontrarlas.
Sin embargo, horas después de presentar la denuncia, este padre de lo que parecía una familia ideal confesó que había matado a su mujer y sus niñas. Había escondido sus cuerpos en bidones de gasolina en la explotación petrolera donde trabajaba.
Chris Watt está en prisión sin fianza y se enfrenta a cinco cargos de asesinatos que podría conllevar la pena de muerte, que no ha sido aplicada en el Estado de Colorado desde 1977.