El gobernador Aristóteles Sandoval ha destituido a Raúl Sánchez y días antes al forense Luis Octavio Cotero, y ya son dos los funcionarios despedidos por lo ocurrido con los cuerpos sin identificar que fueron abandonados en un camión que permaneció durante días por varias localidades mexicanas levantando la indignación popular.
El titular de Derechos Humanos de la Fiscalía del Estado, Dante Haro informó que son 322 los cadáveres en cámaras de refrigeración, de los cuales 273 fueron abandonados dos veces en la zona metropolitana de Guadalajara.
"La cámara refrigerante que trasladó el trailer no contenía 157 cuerpos sino 273", explicó Haro que reveló detalles de la investigación abierta por las autoridades, después se hiciera público el abandono de los cuerpos.
Haro añadió que el Instituto Jaliciense de Ciencias Forenses tiene bajo custodiados los cadáveres de 442 víctimas de delitos, entre los cuerpos almacenados en una segunda cámara de refrigeración y los que están en la morgue. Solo 60 de estos cuerpos han pasado por el registro forense siguiendo el protocolo para facilitar su identificación, aunque ninguno de ellos ha sido inhumado, aseguró el funcionario.
En los 384 cuerpos restantes los forenses no han completado el procedimiento, aunque aseguró que "existe el material suficiente para efectuar las pruebas". Explicó, además que los cuerpos fueron colocados en cámaras de refrigeración alquiladas por petición del exforense Cotero quien en agosto de 2018 solicitó a la Fiscalía reubicarlos, porque despedían "fuertes olores fétidos".
Destituidos por mantener los cuerpos en "un lugar inadecuado"
Según la investigación abierta por las autoridades mexicanas los titulares de la Fiscalía y el forense destituidos son responsables del traslado irregular de los cuerpos. Estos exfuncionarios "omitieron dar un trato respetuoso, digno y de consideración a los cuerpos no identificados" al mantenerlos en "un lugar inadecuado".
"Tomaron las acciones, acuerdos, gestiones y decisiones relacionados con la autorización, salida, traslado y almacenamiento de la cámara refrigerante en un lugar distinto a las instalaciones del IJCF, de manera verbal y sin seguir los procedimientos administrativos internos", subrayó.
Funcionarios de la fiscalía y el forense dijeron que la bodega donde fueron llevados los cuerpos cumplía los requisitos y se acordó que la responsabilidad del lugar sería del forense y que la Fiscalía pagaría los gastos y la vigilancia.
El 31 de agosto, con la autorización del exforense, la cámara fue llevada a la bodega, donde estuvo hasta el 14 de septiembre cuando fue movida y abandonada en otro lugar hasta que este fin de semana la tomó bajo su resguardo la Fiscalía, según la investigación.