Cuando en 1948 se presentó por primera vez ante el público, la prensa se mofó de él. Pero su recorrido es una historia de éxito que lo ha consolidado como un mito en el mundo de las cuatro ruedas. Sus creadores lo concibieron como un vehículo para la familia modesta: económico, barato y sencillo de manejar y mantener. Debía moverse con facilidad por cualquier terreno agrícola y ser capaz de transportar una cesta de huevos sin que se rompiera ninguno. El coche ya no sería solamente para los ricos.
El público lo acogió enseguida con entusiasmo y la demanda comercial se disparó. Con los años, Citroën ha ido evolucionando el modelo pero los amantes del vehículo han conseguido que su diseño se mantenga siempre intacto. Su línea muy curvada, sus sobresalientes faros redondos y esa suspensión a prueba de vuelcos han convertido al dos caballos en uno de los automóviles franceses que más tiempo ha estado a la venta.
Su fama le ha llevado al cine, donde ha compartido escena junto a James Bond. Y en España tuvo su protagonismo en la gran pantalla de la mano de 'Sor Citroën'. Desde su nacimiento ha acompañado a varias generaciones, siendo la de los '70 la que lo recupera como un símbolo de la libertad.
El último modelo salió de la fábrica de Portugal el 27 julio de 1990. Hoy, lejos de desaparecer, es un objeto de culto.