Un hombre de nacionalidad bosnia viajaba tan tranquilo con un arsenal de armas escondido en el maletero del coche, pero ha sido detenido en un control rutinario mientras circulaba por una carretera al noreste de Italia. La policía le ha parado y ha empezado a sospechar cuando se ha puesto nervioso. De inmediato ha sido trasladado a la comisaría más cercana, donde se le ha interrogado. Se trata de un bosnio de 52 años que conducía un coche de alquiler de matrícula suiza, pero había salido de Eslovenia.
Dentro del vehículo llevaba dos metralletas, seis fusiles de asalto kalashnikov, varios silenciadores, cartuchos y proyectiles. La sorpresa ha llegado al ver tras un recibo de compra el trayecto que iba a realizar y que, pasando por varias ciudades francesas, acababa en Barcelona. Por ahora no se descarta ninguna hipótesis y la policía italiana ha activado el protocolo de Interpol para terrorismo internacional.