Con el rostro cubierto por un pasamontañas, el atracador amenaza a un rehén con un cuchillo. Había entrado en el banco con un falso paquete bomba y con una exigencia: "que le entregaran todo el dinero porque iba a hacer explotar el banco". "Van despejando la gente porque el man tiene una bomba, van despejando la gente, gritan los agentes de policía. El secuestrador sale con el rehén y exige que le permitan huir. Momento que aprovechan clientes y empleados para escapar. Entre ellos, un guardia de seguridad, que abre fuego. La bala hiere al atracador en el abdomen y es entonces cuando varios agentes se abalanzan sobre él y ordenan abandonar la sucursal a los que aún permanecían en su interior. El detenido, que puede ponerse en pie, es llevado a un coche patrulla y conducido a un hospital.