El pasado domingo 13 de mayo ocurrió un accidente aéreo que acabó con la vida de un pequeño de siete años. El suceso ocurrió en Irlanda, cuando un avión en el que viajaban diferentes paracaidistas se precipitó cerca del lago del condado de Offaly.
Momentos antes de que sucediese la catástrofe, dieciséis paracaidistas saltaron del aeroplano. Dentro del aparato se encontraba un niño de tan solo siete años que estaba acompañando a su padre en esta actividad aérea como regalo de fin de semana.
Según ha informado el medio de comunicación británico Daily Mail, el progenitor del pequeño fue una de las personas que saltaron antes de que se produjese el accidente. El paracaidista se desplazó al lago donde cayó la aeronave nada más aterrizar en tierra y ver que el avión donde viajaba su hijo se había estrellado.
"Kris saltó desde el avión y cuando llegó al lugar donde ocurrió la terrible tragedia cavó con sus propias manos para salvar la vida de su hijo", aseguraba Irish Parachute Club. Fue el domingo por la noche cuando el equipo de emergencia consiguió rescatar el cuerpo sin vida del niño de 7 años y del piloto del avión.
El club de paracaidismo al que pertenece el padre ha querido dedicar unas palabras al niño fallecido, trasmitir el pésame a todos sus familiares y han asegurado que se encuentran “profundamente entristecidos” por esta tragedia.