La fiscalía pide 23 años de cárcel para el presunto asesino de Mari Luz Cortés

CNN+/Cuatro 21/05/2010 19:46

La Fiscalía de Huelva solicita 23 años de prisión para el presunto autor de la muerte de Mari Luz Cortés,Santiago del Valle, 20 por un delito de asesinato y tres más por un delito de abuso sexual, mientras que para su hermana Rosa del Valle pide 17 años de cárcel por un delito de asesinato, así como la prohibición para ambos de residir en Huelva y de aproximarse y comunicarse con la familia Cortés por cualquier medio o procedimiento durante 27 años, según reza el auto judicial, al que tuvo acceso Europa Press.

Del mismo modo, la Fiscalía pide una indemnización conjunta por parte de los acusados para los padres de la pequeña Juan José Cortés e Irene Suárez que alcanza los 122.000 euros y a cada uno de los hermanos de la víctima de 22.000 euros por la muerte de su hija y hermana. Igualmente y en concepto de daño moral añadido, indemnizarán a sus padres y hermanos con 19.000 euros por los días que transcurrieron entre la muerte de la menor y el descubrimiento del cadáver.

Los hechos

Según estima el fiscal, sobre las 16,35 horas del día 13 de enero de 2008, Mari Luz salió de su domicilio, con intención, como hacía muchas veces, de dirigirse al quiosco más próximo, sito a la altura del número 5 de la Avenida de las Flores, esquina con la Plaza del Pensamiento de la Barriada, para comprar chucherías.

La menor, tras atravesar la plaza hasta la esquina y caminar por la avenida hasta llegar al quiosco, tomó el camino de regreso a su domicilio por la acera de los números impares, cuando al llegar a la altura del número 1, Santiago del Valle, que se encontraba asomado a la ventana y que la había visto pasar, "con la intención de abusar sexualmente de ella, de la misma forma que ya lo había hecho otras veces en Sevilla" y habiendo comprobado que no había nadie en la calle, llamó su atención tirándole un pequeño muñeco que tenía preparado con tal finalidad, siendo este recogido por la pequeña.

Mari Luz se adentró en el portal para devolvérselo. Ya en el interior del portal, Santiago le ofreció alguna chuchería u otro muñeco y cuando la menor subía el único corto tramo de escaleras que conducen hasta la planta primera, Del Valle intentó abusar de ella, pero como se resistió y se revolvió contra él intentando irse, Santiago la agarró por el tórax y la golpeó con fuerza la cabeza, contra una de las barras de hierro que sostienen la escalera causándole lesiones consistentes en contusión craneal, así como contusión en hemitorax izquierdo y una contusión en muñeca derecha, codo derecho y rodilla derecha, lesiones estas defensivas, que la dejaron inconsciente y absolutamente indefensa, sin sangrar ni causarle la muerte.

A continuación Del Valle, consciente de que la niña podía estar todavía viva, entró en la vivienda cogiendo uno de los dos carritos de la compra que habitualmente utilizaban su mujer y él, de tela de color marrón y con ruedas blancas, introduciendo a Mari Luz en su interior, tapándola con un chaquetón oscuro que usaba habitualmente y estaba en la entrada.

Pidió ayuda a su hermana

Inmediatamente, consciente de que necesitaba el vehículo de su hermana Rosa para trasladar el cuerpo, se encaminó a la habitación de su hermana, a la que despertó y le pidió ayuda, contándole que había ocurrido un accidente con una niña y que para evitar problemas para todos era necesario "trasladar a la menor en su vehículo y deshacerse de ella", petición a la que Rosa accedió, con el fin de evitar verse involucrada.

Tras ello, ambos se montaron en el vehículo, conducido por Rosa y guiada por Santiago hasta la zona de Marismas próxima al Estero del Rincón, donde tras llegar llevó el carrito hasta el borde de la marisma y tras sacar el cuerpo de Mari Luz que "todavía vivía, sin hacer nada por comprobarlo y con la única finalidad de que no sobreviviese", caso de estar todavía con vida y dificultar y retrasar todo lo posible que se encontrase el cuerpo, introdujo a la menor en el agua dejándola parcialmente sumergida y boca abajo de tal forma que no tenía ninguna posibilidad de sobrevivir, falleciendo minutos después a causa de asfixia por sumersión en el medio acuático.

Tras abandonar a la niña, una vez en la vivienda, ordenó a su mujer, Isabel García, excluida ya del caso, que si le preguntaba la Policía por donde habían estado debía decir que "habían estado viendo tiendas de móviles y escaparates y que no dijera nada distinto". Al entrar al domicilio en el que ya se encontraba Rosa, ésta les comentó que los familiares de la niña habían estado en la casa buscándola.

7 de marzo

El cadáver de la menor apareció flotando boca abajo sobre las 17,30 horas del día 7 de marzo de 2008, siendo avistado por los operarios de Cepsa, flotando en la desembocadura de los Ríos Tinto y Odiel.

Días después, concretamente el 25 de marzo, los hermanos del Valle fueron detenidos en Cuenca, pero no a su mujer, la cual culpó a su marido de asesinato, por lo que se les dictó a los tres prisión preventiva.

El fiscal pide en el juicio, para el que aún no hay fecha, las declaraciones de los padres de la menor, del quiosquero, de los empleados que encontraron el cuerpo, de familiares de los acusados, así como de agentes de la Policía Nacional, entre otros.

El padre de Mari Luz, indignado

Juan José Cortés, el padre de la pequeña Mari Luz Cortés se ha mostrado indignado al conocer la petición de la fiscalía. Aunque ha manifestado su resignación porque el Código Penal es "el que hay".

Ha insistido en que el Código Penal "no es tan duro como dice el Gobierno español", ya que un individuo que "le arrebata la vida a una niña de cinco años, va a pasar 20 años en la cárcel", algo que "no es razonable por un delito de estas características".

Del mismo modo, Cortés ha precisado que esta petición es "un ejemplo de lo que hay en España", indicando además que espera que la sociedad "entienda ahora cual es su lucha". El padre de la menor ha pauntado que "siempre sufren los más débiles".

En cuanto al escrito de acusación presentado por la familia, Cortés ha indicado que el mismo endurece la pena y aumenta el número de delitos, aunque matizó que por asesinato "lo máximo es 20 años", algo que ha calificado como "una injusticia".