El mundo de la cultura está de luto en España tras el fallecimiento de Pilar Bardem a los 82 años. De familia de artistas, ella también abrazó este oficio, decía, porque así lo mandaba su apellido. Con decenas y decenas de películas, series y obras de teatro a cuestas, ejercía, además, con orgullo su activismo social y su papel de matriarca del clan Bardem.
Nació a dos semanas del final de la Guerra Civil en Sevilla. Hija y hermana de artistas, ella también lo fue. Irrumpió en el cine a los 21, en la España de los años sesenta, de la mano de Fernando Fernán-Gómez. A partir de ahí y, durante más de medio siglo, más de 80 películas, series de televisión y teatro. Mamó arte y engendró arte: Carlos, Mónica y Javier. Matriarca orgullosa, dio amor tanto como recibió.
Querida, respetada y admirada en el gremio, recibió el Goya en 1995 por 'Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto' y vibró como si el Óscar a su hijo Javier también lo fuese. Siempre reivindicativa, siempre luchadora y siempre peleando por lo que creía. Sufrió un cáncer de pulmón, otro de colón y múltiples problemas respiratorios, pero nada hizo que dejara de ser quién era hasta el final. Un final que, según confirmaron anoche sus hijos, llegó en paz, sin sufrir y rodeada del amor de los suyos.