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La guerra contra el fuego se multiplica en muchos frentes, en un fin de semana para olvidar. El último gran incendio en declararse ha sido en Pont de Vilomara, en la provincia de Barcelona, en una zona con muchas urbanizaciones. Hay ya unas 970 hectáreas calcinadas.
Las llamas avanzan sin control hacia zonas habitadas y son cinco los municipios afectados: El Pont de Vilomara i Rocafort, Sant Vicenç de Castellet, Sant Fruitós de Bages, Castellbell i el Vilar y Navarcles. Algunos de los vecinos han sido desalojados de las viviendas y a otros se les ha pedido que se confinen y que no abran puertas y ventanas debido a la densidad del humo.
Bomberos de la Generalitat de Cataluña trabajan desde esta tarde con 121 dotaciones, 17 de ellas aéreas. El objetivo es estabilizar cuanto antes el fuego y cerrar parcialmente el flanco izquierdo, con idea de que no se propague a más zonas residenciales.
Los habitantes cuentan que han tenido que ser desalojados de un momento para otro porque las llamas acechaban ya sus casas. Han tenido que salir con lo puesto y no saben cuándo podrán regresar.
En el caso de Antonia, no volverá puesto que su vivienda ha sido pasto de las llamas. "Me ha quemado toda la casa y por poco no nos quema a nosotros. Hemos abierto la puerta de la calle y hemos salido corriendo entre medias del fuego", explica. Antonia añade que "tenía una autocaravana en la calle y hemos podido cogerla para escapar".
Los efectivos de Bomberos también han estado creando cortafuegos para que cuando las llamas lleguen a ese punto no encuentre más vegetación que quemar y se frenen.
Cruz Roja ha desplegado un dispositivo de 100 camas para los vecinos que han sido desalojados.
El incendio ha comenzado alrededor de las 13:00 horas y debido a su rápida propagación ya ha alcanzado uno de los dos parques naturales que hay en la zona, el de Sant Llorenç del Munt i l'Obac.