Para la asociación, estos productos "son un ejemplo más de los muchos productos financieros tóxicos comercializados en los últimos años por la banca junto a preferentes". Además, insiste en que se han vendido ligados a la hipoteca, como un seguro ante subidas del Euríbor, "cuando sólo deberían comercializarse entre público experto".
Por otra parte, la OCU valora positivamente que se penalice a las entidades bancarias que no han cumplido su deber de información a los consumidores, "ofreciendo no solo imparcialidad, sino una redacción comprensible y adecuada al consumidor".
Sin embargo, la asociación se queja de que estas sanciones llegan "muy tarde" y tienen importes "muy inferiores" al perjuicio ocasionado en los consumidores.
Finalmente, considera que los consumidores afectados deberían ser quienes recibieran compensación por estas prácticas indebidas y, por lo tanto, pudieran ser resarcidos de los perjuicios ocasionados económicamente.