En Grecia la desesperación y la pobreza de los mas desfavorecidos ante los recortes impuestos por Europa durante el rescate del país heleno, auparon a Syruiza al poder. Ahora, cuatro años después del referéndum de desafío a bruselas que ganó el no de Tsipras, los griegos van a echarle del poder según todas las encuestas.
Su declive, paradójicamente, comenzó con su gestión de la crisis nada más llegar al poder en 2015. Adalid de la antiausteridad, pasó de someter a referéndum los nuevos recortes de Bruselas, el no ganó abrumadoramente en las urnas, a aceptar un tercer rescate en condiciones aún más duras.
Aunque la intervención acabó hace un año, el calvario económico para los griegos continúa. La ciudadanía, aún quebrada y sin clase media, le reprocha también el acuerdo con Macedonia del Norte tras el pacto de Skopie sobre el uso del nombre Macedonia por la antigua república yugoslava, contencioso que se arrastraba desde hacía 27 años.
De nada parecen servir sus logros en temas sociales como las aprobación del matrimonio gay o la gestión de la crisis migratoria a raíz de la guerra en Siria.
Konstantinos Mitsotakis, hijo de político, hermano de ministra, tío del nuevo alcalde de Atenas y esposo de una empresaria de éxito, está llamado a ser el relevo de Tsipras. Padre de familia de 51 años, con tres hijos y líder del partido conservador Nueva Democracia, su receta para Grecia pasa por bajar impuestos y relanzar la esquelética economía griega. Un hombre favorito para suceder al líder del sueño populista heleno.