El artista callejero británico ha dedicado su última obra a criticar los abusos sexuales a menores cometidos por representantes de la Iglesia católica de todo el mundo.
La pieza es un busto que representa a un cardenal del siglo 18 al que le ha colocado sobre el rostro un mosaico de los utilizados para cubrir las paredes de los baños.
El efecto es como el pixelado que se sobrepone a las imágenes de los detenidos o sospechosos de delitos que aparecen en los medios de comunicación para ocultar su rostro.
Banksy ha donado la pieza al National Museums Liverpool donde ya se expone. En el comunicado artista asegura que "en esta época del año es fácil olvidar el verdadero significado del cristianismo - la mentira, la corrupción, el abuso", según publica 'The Guardian.'
La pieza llamada 'Cardenal pecado' se exhibe desde este jueves junto a obras clásicas de grandes maestros como Van Dyck y Poussin.