Nuestra mente es prodigiosa. Es capaz de almacenar recuerdos buenos y también malos pero, ¿qué ocurre con los recuerdos falsos? Manuel Martín Loeches, guía de excepción en todo lo relacionado con el cerebro humano, nos acompaña en este viaje a través de la ciencia en la nave del misterio.
Hablamos del recuerdo, de la memoria, de cómo funciona nuestro cerebro y cómo se puede, en cierto modo, alterar su funcionamiento: “La memoria es muy débil, es muy falsa, cada vez que recordamos transformamos esos recuerdos de manera inconsciente, pero ahora también puede provocarse y de una forma muy sencilla”.
Las personas debemos saber que muchos de los recuerdos que tenemos en la mente y que damos como verdaderos son falsos y pueden borrarse. Loeches nos explica que de una manera sencilla pueden eliminarse esos recuerdos falsos o verdaderos pero traumáticos: “La memoria funciona en tres fases: vivencia, consolidación y recuerdo, y es precisamente en esa consolidación donde se producen los errores, generas así un puzzle con partes reales y partes que no lo son o que no pertenecen a ese momento”.
Iker Jiménez, totalmente apasionado por el tema, ha querido saber por qué unos recuerdos se guardan y otros no: “El que se encarga de almacenar esos recuerdos es el hipocampo, esa pieza, cada vez que encuentra algo que es interesante, lo almacena, lo separa del resto de manera inconsciente”, le explicaba Loeches.
Según analiza nuestro experto, los recuerdos sin implicación emocional no se quedan: “Sin embargo, nadie recuerda nada de antes de los tres años porque en ese momento, aunque vivamos cosas emocionantes, nuestro hipocampo aún no está desarrollado, y quien crea que tiene recuerdos de esa época es porque se lo han contado y los ha creado en su memoria, son recuerdos falsos”.