Iker Jiménez ha recopilado mucha información sobre las patentes y tiene una reflexión al respecto: “En las teorías de la conspiración existe la sensación de que muchos de estos virus son reempleados, registrados y hay una batalla entre varias compañías”. Tras esto, Iker nos muestra la patente europea de especificación donde hay tres tipos de coronavirus que son registrados con sus contratos concretos.
Fue así como Iker se dio cuenta de que los virus se pueden registrar y que, por tanto, una persona o compañía pueda tener derecho sobre un virus concreto, sobre un patógeno. Pero ¿por qué se hace esto? ¿Cuál es el fin? Según las fuentes farmacéuticos, se hace para que a uno le permitan operar sobre él para buscar una vacuna. Pero esto trae consigo un problema.
El doctor Otero habló de este “mundo dual”: “Tú patentas una cosa para la vacuna pero ese virus potenciado, puedes conseguir que un virus tenga más potencia. Es como si en un ordenador cambias el disco duro y le pones más potencia, más memoria. Y esto se hace, se puede hacer con un virus”. El hecho de que existan patentes de coronavirus, hacer que cada uno trabaje sobre distintas variantes del virus.
La viróloga Margarita del Val y el doctor en patógenos emergentes Adolfo García- Sastre nos han hablado del futuro del virus: acabará convirtiéndose en un virus catarral.
100 años después, las semejanzas son evidentes. 'Cuarto Milenio' ha analizado lo que sucedió en 1918 co la gripe española, se llamó así porque la voz de alerta la dieron los medios españoles, pero fue una pandemia con muchas similitudes a la actual: se acondicionaron grandes espacios, se recomendaba el uso de mascarilla, se alertaba del peligro de estornudar o toser junto a alguien...