Antonio Vilas-Boas, el brasileño abducido por extraterrestres: experimentos médicos y relaciones sexuales con un extraño ser

San Francisco de Sales, 15 de octubre de 1957, Brasil. Antonio Vilas-Boas, un joven que está arando su propiedad se ve sorprendido por lo que parece una estrella de gran tamaño y especialmente luminosa. Antonio contempla cómo lo que parecía un astro en el cielo nocturno se ha convertido en un objeto extraño, un objeto que poco a poco desciende hasta tocar tierra.

Antonio nunca había visto algo parecido y siente miedo, su vehículo se detiene. Está pensando en huir de allí y salir corriendo cuando de pronto nota como una mano aferrada a su brazo. Unos seres como nunca antes había visto y que a la fuerza se hacen con él para subirle a su especie de nave. El miedo le invade por completo, estaba siendo secuestrado.

Antonio Vilas-Boas fue sometido a diversos exámenes médicos con objetos punzantes que causaban gran daño y que nunca antes había visto. Le extrajeron sangre y le embadurnaron con extraños líquidos, aquellos seres eran completamente dueños de su voluntad.

Antonio no entendía qué era el lugar en el que se encontraba cuando una figura femenina apareció ante él. De inmediato lo que parecía una mujer hizo los signos evidentes de querer tener una relación sexual con él. Antonio estaba aterrorizado pero sin embargo asegura que por las sustancias con las que embadurnaron su cuerpo accedió. En cierto momento, antes de despedirse, aquella mujer misteriosa se tocó el vientre y señaló a las estrellas. Después, aquellos individuos misteriosos le devolvieron su ropa. Antonio Vilas-Boas había vivido una historia que nadie nunca antes había siquiera imaginado.

El extraño caso de Antonio Vilas-Boas está considerado como la primera abducción extraterrestre oficial de la historia de la ufología. Tal y como nos ha contado Pablo Villarubia, la hermana del brasileño asegura que tras el suceso unos periodistas que hablaban inglés se lo llevaron a Río de Janeiro donde le hicieron numerosas pruebas médicas y de ahí a California en un avión.

La hermana de Vilas-Boas asegura que cuando su hermano regresó de los Estados Unidos les visitaron periódicamente durante diez años militares americanos: “Vinieron personas de la NASA, se lo llevaron a Río de Janeiro donde le sometieron a pruebas médicas y análisis durante quince días y después se lo llevaron a Estados Unidos para verificar si el aparato que él había visto era igual que los que tenían en Estados Unidos (…) En un lugar abierto, en un campo, vio varios aparatos destruidos y tras eso le llevaron a un lugar parecido a un museo donde le enseñaron aparatos enteros (…) Le dijeron que aquellos aparatos procedían de otro planeta (…) Vinieron varios militares con la palabra NASA escrita en sus ropas a verle a menudo”.