Pilar Urbano hizo referencia a una reunión en Zarzuela con el Rey, el Ministro de Justicia Gallardón y el Fiscal General del Estado Torres-Dulce que tuvo como objetivo crear “un complot de Estado para salvar a la Infanta”. Según la escritora, el Rey dijo que “de ninguna manera Cristina podía sentarse como imputada ante el juez Castro” por el caso Nóos y en esa reunión “se marcaron unas directrices” con lo que se tenía que hacer para que Cristina “dejara de estar imputada”. Llama la atención la presencia de “sicarios” y grabaciones secretas en todo este entramado.