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Es costumbre celebrar un día antes de la boda la ceremonia de purificación, donde se da la bendición a la novia. En ella se pretende traer prosperidad a los novios. Para ello se coloca a la novia en un trono decorado con telas especiales y todas las invitadas ponen en la cara de la novia distintas especias, para ‘maquillarla de una manera especial’ , entre ellas están la cúrcuma, también el arroz y agua para darle su bendición y traerle suerte en su matrimonio.










