Adela Úcar se suelta la melena y canta en una orquesta de feria

cuatro.com 25/05/2014 01:07

Ser feriante no es nada fácil y si no que se lo digan a Adela Úcar. La reportera ha vivido durante 21 días como una auténtica feriante. Una de las primeras cosas que ha hecho ha sido conocer la caravana de Cheli. Ella es la matriarca de los Pedrín, una familia que viaja con sus atracciones y su casa a cuestas "antes, cuando llegábamos a un pueblo con los camiones, los chiquillos gritaban corriendo '¡la feria!, ¡la feria!'. Eso se ha perdido". nos cuenta Cheli. Su vivienda tiene todas las comodidades de un piso, pero ella prefiere vivir en una caravana, "aquí tienes más intimidad. Y más libertad".

Después de visitar varias caravanas, Adela ha alucinado, "pensaba que iba ser más claustrofóbico, hay personas que viven en piso más pequeños y con menos comodidades", ha contado. Aunque su estancia ha sido muy confortable, el trabajo ha sido duro pero divertido. Y es que la reportera ha animado las atracciones con un micrófono, "la olla ya está caliente, os faltan los ingredientes".

También ha conocido lo que cuesta una atracción en una feria, "suele ser de unos 20.000 euros y sobre unos 30.000 euros" si añadimos iluminación, taquilla, etc, comenta Juan. El gasto y la inversión de un feriante pueden ser elevados, pero en una buena temporada se genera lo suficiente para que pueda subsistir la familia. Se empieza a montar cinco días antes de que empiece la feria, además las atracciones pasan una ITV que cuesta entre 300 y 500 euros anuales.

Adela Úcar se convierte en una auténtica superstar de feria

La reportera también ha recorrido las carreteras con La Mundial, una orquesta-espectáculo que viaja a cada rincón de España con su show. En un año puede llegar a ofrecer más de 70 conciertos por toda la geografía nacional. Terminan su jornada de madrugada y duermen en la carretera mientras se dirigen hacia el próximo destino para tocar la noche siguiente.

Víctor, el coreógrafo, ha invitado a Adela a que se suba al escenario por una noche. Al principio, el reto le ha resultado muy complicado, pero después de varios ensayos, lo ha dado todo sobre él.

"Qué subidón es estar encima de un escenario, es que se quitan todos los males con lo cansada que yo estaba, para mí esto es lo mejor de la feria: la energía que te transmite", ha señalado.

La otra cara de la feria: 25 euros en un día

Francisco tiene 48 años, y vende almendras y maíz tostado desde que tenía 10, viendo como lo hacía su padre. "Yo cambiaría esto por una cosa que fuera muy grande, porque con esto, gracias a Dios vivo y no dependo de nadie", ha explicado. Este feriante le ha mostrado la otra cara de la feria, la menos cómoda pero que a la vez le da para vivir.

A pesar de lo duro que resulta sacar adelante cada día con la venta directa de productos, "a veces se gana lo justo para salvar los gastos": el género, el gas-oil y el espacio que ocupe el puesto de venta ambulante. Cada noche, al terminar la jornada, Francisco se sienta a contar el dinero y los demás a su alrededor callan y observan el reparto. 210 euros entre cinco hombres, "sale a 25 euros" apunta su mujer, "ni el jornal".