Desde la Segunda Guerra Mundial, científicos, sociólogos y psiquiatras han estado trabajando en la fórmula perfecta para controlar a la sociedad. Afirman que la fórmula perfecta surgió del Instituto Tavistock, en el Reino Unido. A través de estas fórmulas buscan saber qué piensa la civilización, lo que necesita, saber cómo puede sentirse feliz.