El trastorno por videojuegos ya está reconocido como enfermedad por la OMS

  • Para diagnosticarse debe afectar dramáticamente la vida personal y laboral durante al menos 12 meses

Aunque ya el año pasado la Organización Mundial de la Salud (OMS) agregó la adicción al juego como un trastorno en la 11ª Revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades, ha sido ahora cuando se ha declarado oficialmente que la adicción a los videojuegos es una enfermedad. Esta decisión se ha tomado en la 72ª Asamblea Mundial de la Salud celebrada en Ginebra, Suiza.

El trastorno del juego es definido como "un patrón de comportamiento del juego caracterizado por un control deficiente sobre el juego, aumentando la prioridad otorgada al juego sobre otras actividades en la medida en que el juego tiene prioridad sobre otros intereses y actividades diarias, y la continuación o escalada del juego a pesar de la ocurrencia. de consecuencias negativas”. Para que en realidad cuente como un trastorno, este patrón debe afectar dramáticamente la vida personal y laboral durante al menos 12 meses.

Ahora que la adicción a los juegos es oficialmente un desorden, las naciones miembros de la OMS tendrán que contemplar el tratamiento y las medidas de prevención para su promulgación para 2022, que es cuando esta clasificación entra en vigencia.

Precauciones para padres

Algunos padres preocupados por el uso que pueden dar sus hijos menores a los videojuegos, tienen diferentes maneras de controlar el tiempo que sus hijos pasan jugando. Ya es muy habitual, en todas las videoconsolas, incluir controles parentales más o menos profundos. Un ejemplo es las opciones que incluye Xbox One en su apartado Family Settings (también disponible en Windows 10), uno de los sistemas más completos en este sentido.

Family Setting permite crear cuentas infantiles y vincularlas a las cuentas de los adultos. En estas cuentas se puede limitar el tiempo frente a la pantalla, colocar un límite para las compras (se puede limitar, por ejemplo, a tres compras en Fortnite al mes y siempre con alertas que advierta de la petición de compras), filtros de contenido para limitar contenido no apropiado para menores y medidas de privacidad (para limitar, por ejemplo, quién puede interactuar online con los menores). Muchas posibilidades, hasta 15 funciones familiares personalizables, que permite que los padres de jugadores menores se queden más tranquilos.

Playstation de Sony o Nintendo Switch, también tienen sistemas de protección para menores que pueden ser configurados y controlados por los padres.