Análisis de Ikai: terror nipón para ponernos los pelos de punta

  • Ikai es un juego de terror en primera persona ambientado en un templo japonés

  • Una aventura de terror, puzles y sigilo algo corta pero con mucha personalidad

El género del terror continúa de dulce en el panorama independiente. Muchos son los estudios que se han animado a lo largo de los años a llevar sus experiencias para poner los pelos de punta a los jugadores, aunque de mejor o peor manera, han proporcionado su propio toque para mantener en tensión al usuario al mismo tiempo que se cuenta una historia que capte el interés. Uno de los ejemplos más recientes es el de Insomnis, de los barceloneses Path Games y que traslada de forma eficiente a una atmósfera muy conseguida.

Por otro lado, tenemos Yuoni, terror al más puro estilo japonés y con la mano de Tricore Inc. para jugar a lo que comienza como un juego con las fuerzas sobrenaturales del más allá y cuya cosa se irá enturbiando. Si algo también va muy ligado al terror independiente es la atmósfera asiática, algo que nos propone Ikai, del estudio de desarrollo, también afincando en Barcelona, Endflame, que debuta en el panorama de los videojuegos con una producción en la que introducirse de lleno en un templo abandonado, en las profundidades de los bosques y que ocultan un secreto de lo más turbio.

Un templo con un oscuro secreto

Como bien decíamos, el folklore japonés es un tema muy recurrido y explotado, pero no todos lo han conseguido hacer de una forma eficiente. A lo largo de esta historia tomaremos el control de la doncella de un santuario que recibe el nombre de Naoko. Esta se encuentra dentro de este aparentemente pacífico lugar realizando una serie de tareas de forma diaria como lo son limpiar las instalaciones, elaborar amuletos o ayudar al sacerdote de este lugar. Lo paranormal comienza a sucederse cuando la desaparición de este sacerdote y la presencia de una serie de fuerzas sobrenaturales comienzan a desafiarla mediante pruebas y rompecabezas.

Nuestra protagonista es un personaje totalmente introvertido, que habla consigo misma en muchos momentos de la aventura y que ayudará y mucho para seguir el hilo de la historia mediante sus pensamientos, así como conocer cuál es el próximo lugar a moverse o pistas sobre los puzles. Naoko es un personaje que ha sido elaborado de una forma correcta, aunque sin elaborar un mundo interior muy amplio ni una historia fuera de lo común a sus espaldas, pero cumple de forma eficiente como nexo con el que se conduce la trama.

La jugabilidad se desarrolla a través de una cámara en primera persona y que ayuda a sumergirse de lleno en la atmósfera de Ikai, donde explorar sus escenarios, interactuar con objetos y realizar una buena serie de acciones. Naoko puede caminar, correr, agacharse y fijarse en todo lo que la rodea para conseguir pistas. Una de las bondades del juego es que no cuenta con ningún tipo de habilidad con la que protegerse ni objetos con las que derrotar enemigos, simplemente siendo una persona totalmente indefensa ante lo desconocido y sobrenatural.

Como puede deducirse, el principal arma y habilidad será el sigilo y pasar desapercibidos para ser cazados por estos enemigos. Evitar ser interceptados por ellos y correr delante de ellos es una de las principales claves para conseguir avanzar en la aventura. Hay zonas en las que será inevitable ser captado por ellos, por lo que habrá que huir y encontrar un buen sitio para refugiarse durante unos segundos.

Puzles y mucha interactividad

Otro de sus puntos interesantes es la cantidad de puzles a realizar. Algo que los diferencia a lo visto en el género es la obligación de realizarlos a contrarreloj, ya sea porque se encuentra algún enemigo rondando por las inmediaciones del personaje o porque fueron concebidos así. En términos de dificultad hemos de confirmar que no son totalmente asequibles, siendo muy entretenido descubrir sus mecánicas y contando con un alto grado de satisfacción al resolverlos. En ocasiones la tarea se simplifica mediante la recolección de pistas y que guían en el proceso mientras que en otros habrá que realizar varios intentos para descubrir cómo resolverlos.

Algunos de los más comunes serán encontrar llaves o amuletos que utilizar para abrir un pasadizo o puerta concreta, escribir kanjis para ahuyentar a los malos espíritus e incluso mover objetos. Ikai juega con la confrontación de estos momentos para que los enemigos puedan dar algún susto durante el proceso, por lo que esa calma tensa encandilará a los amantes del terror. Continuando con los ya mencionados amuletos, estos se realizan escribiendo en una serie de hojas y que mediante su escritura nos salvará de las situaciones más peliagudas, así como permitir buscar zonas y personajes. En este momento encontramos una de sus principales pegas en cuanto el control, incorporando unos trazados imprecisos y que costarán en algunos momentos realizar.

Lo que a materia técnica respecta, Ikai cumple eficientemente a efectos prácticos en crear una atmósfera oscura, que genera tensión y sobre todo oculta multitud de secretos en su interior. Mucho de lo que encontramos dispuesto en ellos es completamente interactivo, pudiendo obtener más información sobre la historia y puzles, así como pistas para resolver los acertijos. También podemos llevarnos sorpresas encontrando pasadizos secretos por casualidad o asustarnos con la presencia de los enemigos. Parte de esta esencia se pierde en momentos en los que se tienen caídas de frames y ralentizaciones. Un buen punto a su favor son todos los elementos de folklore japonés introducidos, al igual que las fantasmagóricas formas a las que habrá que enfrentarse.

Si por algo destaca su apartado sonoro es por el silencio, al igual que algunas notas que aparecerán de repente para causar algún que otro sobresalto al jugador. No podemos obviar que el juego llega con textos de pantalla en castellano y doblaje en inglés, con una interpretación que pasa desapercibida y con algunos momentos en los que la actriz de doblaje tiende incluso a sobreactuar.

En definitiva…

Ikai tiene un lastre importante, su duración, llevándonos un par de horas concluir con la historia. Esta puede tender a alargarse dependiendo de la pericia del usuario en cuanto a la resolución de los puzles, pero una vez terminado no tiene nada más que incite a jugarlo de nuevo. Sea como fuere, si eres un amante del terror, el folklore japonés y unos rompecabezas con una dificultad aceptable, Ikai te cautivará.

*Hemos realizado este análisis con un código de Ikai para PS5 proporcionado por Team Critical Hit.