Una de las sensaciones de la ciudad es el famoso 'tren de los niños', un paseo por los sitios más exóticos de Budapest que está dirigida por pequeños adolescentes. El revisor, el acomodador, los asistentes en la estación son menores de edad debido a una orden del gobierno, tras la Segunda Guerra Mundial, con la que pretendía mostrar a los más pequeños el sentimiento y la pasión por un país en crecimiento.