Logo de Viajeros Cuatro
Viajeros CuatroLogo de Viajeros CuatroViajeros Cuatro

Guía de viaje: Córdoba, ciudad Patrimonio de la Humanidad

Tips para visitar Córdoba de la mejor manera. cuatro.com
Compartir

TIPS CÓRDOBA Y SU PROVINCIA

DÓNDE IR:

Viajeros Cuatro recorre Córdoba desde su corazón histórico hasta las joyas escondidas de su provincia. Empezamos en lo alto de la Torre de la Calahorra, con vistas a la Mezquita-Catedral, al río Guadalquivir y al Puente Romano. Paseamos por la Judería, con callejuelas tan estrechas como un pañuelo, y entramos en la única sinagoga medieval que se conserva en Andalucía. La Calleja de las Flores, los patios de San Basilio, la Puerta de Almodóvar y la Plaza de la Corredera nos guían por siglos de historia viva.

PUEDE INTERESARTE

Entramos en la Mezquita-Catedral, donde conviven el arte islámico y cristiano bajo un bosque de arcos bicolores. Y justo al lado, el Alcázar de los Reyes Cristianos y las Caballerizas Reales, donde el espectáculo ecuestre une flamenco y doma. Nos adentramos en los patios más bellos de Córdoba, donde vecinos como Rafael Onetti nos enseñan cómo se riega la memoria. Y nos sentamos a probar el salmorejo con Matías Vega, en una cofradía gastronómica que lo prepara como manda la tradición.

PUEDE INTERESARTE

Fuera de la ciudad, descubrimos Medina Azahara, la ciudad palatina de Abderramán III, Patrimonio de la Humanidad. En Moriles, nos subimos a un tren entre viñedos con Antonio López para probar vinos de la D.O. Montilla-Moriles. Y en Iznájar, disfrutamos del agua dulce en una playa interior con vistas al mayor embalse de Andalucía.

En Hornachuelos, entre fiordos cordobeses y bosque mediterráneo, recorremos un palacio de inspiración versallesca y el mayor parque multiaventura de Andalucía. Y en Almodóvar del Río, visitamos uno de los castillos mejor conservados de España, escenario de leyendas medievales y de grandes producciones como Juego de Tronos. Muy cerca, en el embalse de La Breña, practicamos surf y deportes acuáticos con Guti y su equipo de Extreme Watersport.

CÓMO MOVERSE:

Córdoba capital se recorre fácilmente a pie. Las principales joyas del casco histórico —Mezquita, Judería, Puente Romano, patios, plazas— están a pocos minutos de distancia unas de otras. Para explorar rincones más apartados como Medina Azahara o la zona de la Ribera, puedes moverte en taxi, bus turístico o coche.

Si quieres conocer la provincia, lo ideal es alquilar un coche. Así podrás hacer rutas por Moriles, Hornachuelos o Iznájar, disfrutar de sus embalses y viñedos, o incluso seguir una ruta ecoturística con parada en bodegas familiares. Y si prefieres una experiencia con ritmo local: súbete a un coche de caballos en pleno centro y recorre Córdoba como se hacía siglos atrás.

ABRIR BOCA:

Córdoba es una fiesta para el paladar. El salmorejo, espeso y brillante, es más que un entrante: es identidad. El flamenquín —que no tiene nada que ver con el flamenco— se come por metros y nació aquí. Y si vas a Bar Santos, la tortilla de patatas es tan grande que hay que sujetarla con dos manos. En tabernas con solera como Taberna Salinas o Plateros se sirve el "medio fino", una copa llena hasta el borde de vino generoso cordobés. Y para los más golosos, no faltan mazamorra o pastel cordobés con cabello de ángel.

Si buscas alta cocina, el chef Paco Morales reinterpreta la gastronomía andalusí en NOOR, el único restaurante de Córdoba con tres estrellas Michelin. Y para una experiencia multisensorial, relájate en el Hammam Al Ándalus con aguas termales antes de tapear con los pies ya flotando.

Por la noche, la Ribera se llena de luz, terrazas y alegría. El tardeo cordobés tiene nombre propio: Sojo Ribera, Sojo Fusión y ConFusion son templos del ambiente al caer el sol. Si prefieres algo más íntimo, en la Plaza de los Abades se esconde El Barón, un bar de tapas y vinos recomendado por la guía Le Routard. Y si quieres seguir la noche al compás de una guitarra, pásate por Doble Cepa, una taberna flamenca donde la música en vivo y el buen vino no entienden de relojes.

DÓNDE DORMIR:

En Córdoba puedes dormir en una casa señorial con patio en San Basilio, en un hotel boutique con vistas a la Mezquita, o en antiguos caserones convertidos en alojamientos con encanto. Para los que buscan tranquilidad, hay alojamientos rurales en las afueras, junto a viñedos, olivares o incluso con vistas a Medina Azahara.

En Moriles, puedes dormir entre barricas y despertar oliendo a vendimia. En Iznájar, hay casas rurales con patio y acceso directo a la playa interior. Y si lo tuyo es el turismo activo, Hornachuelos tiene casas rurales junto al parque natural donde el único despertador… son los pájaros.