Historia

El cruel experimento de Federico II, el rey que encerró a 30 recién nacidos para sus investigaciones

El cruel experimento de Federico II, el rey que encerró a 30 recién nacidos para sus investigaciones
El cruel experimento de Federico II, el rey que encerró a 30 recién nacidos para sus investigacionescuatro.com
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Iker Jiménez ha traído hasta la nave del misterio una de esas historias que hielan la sangre. Se trata del atroz experimento que llevó a cabo en el siglo XII Federico II, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y nieto del famoso Federico II Barbarroja, y que tuvo como víctimas a un grupo de 30 (algunos dicen que 31) bebés recién nacidos.

Federico, que hablaba nueve lenguas y escribía en siete, estaba completamente obsesionado por encontrar la lengua primigenia y tanto es así que ideó un macabro plan. Federico II organizó lo que más tarde se revelaría como un cruel experimento: ordenó que se recluyeran en una sala a 30 recién nacidos y que se les suministraran los mejores cuidados de la época, pero con una condición, las nodrizas que se ocupaban del cuidado de los niños no debían hablarles ni establecer ningún tipo de gestualidad o comportamiento que pudiera interpretarse de un modo afectivo o emocional por los bebés.

Federico creía que, sin influencia humana alguna, el lenguaje adámico surgiría espontáneamente en los niños sin que nadie se lo hubiese enseñado. El resultado no fue este y estuvo muy lejos de lo que él esperaba. Todos los bebés sin excepción murieron, ninguno pudo siquiera alcanzar los tres años de edad.

Lo que sí que quedaría comprobado es cómo con la privación emocional genera un bloqueo sistemático en los seres humanos, reduciendo las posibilidades para desarrollar sus expresiones mímicas, sus actitudes de comunicación, la comprensión de situaciones y la conciencia que podría adquirir de sí mismo y de los otros.