
A una marabunta de chabolas se la conoce como el barrio de las limonadas, donde viven unas 10.000 personas que saben lo que pasa, pero callan por miedo a represalias.
Mercedes Forner acompaña a un agente durante una ronda nocturna y es testigo de varios abordajes y cacheos a motoristas. El agente dice que la mayoría de los delincuientes utiliza motos por su facilidad para escapar.