'Perdidos en la ciudad' se despide con un 'hasta siempre' de los Suri y los Shiwiar

cuatro.com 25/01/2013 01:05

Los Navarro, bautizados con nombres Suri desde su estancia en Etiopía, no querían que sus amigos se fuesen sin tener un nombre español. La familia sorprendió a la tribu con una peculiar ceremonia de "bautismo" en la que les asignaron nombres con un enorme significado para ellos.

Así, Nga Bilé ha pasado a ser Marifé de Triana, Arbula es Fernando, Tamaru es Curro, Nga Sedé es Macarena y Goreñi es Pepe. Y para coronar el momento, disfrutarán todos juntos de una fiesta andaluza con trajes de faralaes y baile incluidos. "Voy a echar de menos este poblado", asegura Arbula, jefe de la tribu Suri, a la hora de la despedida.

Por su parte, las mujeres Merino querían que sus invitados regresasen al poblado con algunos recuerdos para regalar a sus amigos. Como si fueran turistas, los Shiwiar eligieron souvenirs de su viaje por España para llevar al Amazonas. Además, Yambia por fin cumplió su sueño de conducir un coche, y lo cierto es que sorprendió a todos por su destreza al volante.

En la hora del adiós, tanto los Suri como los Shiwiar se llevaron gratas sorpresas: los Navarro convocaron a todos los amigos que han conocido a las tribus para vivir con ellos sus últimos momentos en nuestro país, e incluso los Berhanyer se desplazaron a Sevilla a disfrutar de esta última velada.

Los Merino, por su parte, organizaron un auténtico "consejo tribal" antes de la partida de los Shiwiar. "Siento que nuestra tribu ahora forma parte de vuestro mundo. Todos estamos unidos, somos una familia y gracias a este viaje nuestra familia ha crecido. Ha merecido la pena", dice Yambia, jefe de los Shiwiar. El adiós entre familia y tribu es la despedida de unos hermanos, y estuvo plagado de llantos.

Pero, tras la despedida, se produjo el reencuentro de las tribus con su tierra, sus familias y sus poblados. "Ahora sólo tengo que enseñar a toda la tribu lo que es ser bético", comentaba Tamaru. ¿Estarán allí las cosas como las dejaron? ¿Habrá cambiado algo o alguien habrá querido ocupar su lugar, como le vaticinaron a Arbulá?. Eso se preguntaba el jefe Suri, que comprobó con satisfacción que seguía ostentando el poder.

Suri y Shiwiar ya están en sus poblados, todos juntos de nuevo, pero diferentes. Ellos han aprendido que viajar no está tan mal, que se pueden conocer otras culturas sin que ello termine en batalla, y que, entre todo el montón de objetos que almacenamos, hay algunos muy prácticos para su día a día. A los habitantes del asfalto, nos han enseñado que tener muchas cosas no está necesariamente ligado a sentirse más lleno y que nuestra cultura aloja contradicciones y sinsentidos que, a base de costumbre, nos pasan desapercibidos. Para finalizar, lo que no viste durante esta entrega de 'Perdidos en la ciudad', y que ayuda a recordar el programa con una sonrisa: las tomas falsas.