La policía consigue, ocho años después, una prueba nueva contra la expareja de Sonia Iglesias

Hace pocos meses la policía pidió ayuda de nuevo a la hermana de Sonia Iglesias. Se había cruzado con Julio Araújo el día de la desaparición. Querían que recordara bien su declaración. Julio la adelantó por el carril izquierdo en la Avenida de Uruguay, cuando él iba hacia el trabajo de Sonia alertado por su hermana que regresaba justamente del trabajo. A Mari Carmen ya le extrañó que Julio tardara más de 40 minutos en salir de su casa desde que le habían llamado. Hace ocho años la policía no pudo reconocer claramente el vehículo que llevaba la experaje de Sonia Iglesias. Pero ahora sí, y el visionado de todas las cámaras ha permitido avanzar más en el recorrido que hizo ese día, el cual le sitúa muy cerca de la vivienda registrada, en una cámara a 300 metros.

La casa ya fue inspeccionada entonces buscando restos biológicos para poder demostrar la muerte de Sonia, pero ahora han revisado con georradar los terrenos que han excavado. Además del cuerpo, buscan también el arma homicida y alguno de los objetos que llevaba la pontevedresa antes de desaparecer.

Aunque nunca se aclaró todo lo que llevaba en unas bolsas, según su pareja, sí se cree que llevaba un bolso determinado que nunca apareció. Sólo encontraron la cartera una hora después de haber sido vista por última vez Sonia con Julio; fue recogida a las afueras de Pontevedra por un toxicómano que le entregó en el cuartel de la Guardia Civil.

La información recibida por la policía en las últimas semanas les lleva al entorno de la casa y las tierras que los hermanos Araújo heredaron y venden. La novedad pone en el epicentro al hermano ahora investigado. David Araújo declaró hace ocho años que no se acordaba de lo que había hecho en la mañana de la desaparición de su cuñada. Tenía un lapsus, hasta las tres de la tarde que estuvo pescando con un amigo que lo confirmó. Aun así la policía registró su coche y su piso.

Un piso en el que Julio llegó a plantearse vivir cuando Sonia le comunicó que se marchara tras la comunión del hijo de ambos tres días antes de la desaparición. La familia de Sonia y las amigas más íntimas ratificaron las intenciones de Sonia que además había comentado que se separaban de mutuo acuerdo y que Julio se iría de la casa porque era de ella, según le había prometido. Sin embargo el propio Julio lo negó y su hermano David, las dos hermanas y el padre no parecían saber nada de las intenciones que Sonia le había comunicado a su pareja. Julio tiene dos hijos de una relación anterior, la compañera sentimental de uno de ellos trabajaba en la tienda donde Sonia era encargada, sabía que ella tenía otra relación y eso le había dado fuerzas para separarse. Ella se lo contó al propio Julio según su declaración hace ocho años. Julio se lo negó a la policía y a todo el mundo.