Barcelona ha tenido otro punto de tensión: el Metro, pero no por la jornada de huelga que se ha vivido. El problema lo han causado los grafiteros. La policía ha detenido a seis jóvenes por saltar a las vías del tren para pintar los vagones. Los ha perseguido durante horas, lo que ha obligado a paralizar la línea 5 del suburbano.