Ser víctima de un fraude bancario quita años de vida: la salud se resiente y mucho

"La exposición a los fraudes bancarios en España, como las hipotecas abusivas, los desahucios, las cláusulas suelo o las preferentes, ha sido masiva y tienen efectos en la salud", han apuntado los miembros de la mesa de la reunión científica.

Los estudios 'Análisis de la Encuesta de Salud de Madrid 2017', 'Estudio cualitativo de personas afectadas por preferentes e hipotecas abusivas' y 'Estudio sobre los efectos de la inseguridad residencial en la salud' han permitido sacar una conclusión conjunta: quien ha sufrido un fraude bancario se percibe peor de salud.

Se han proporcionado más datos, como que el porcentaje de personas con patologías que causan dolor es del 47 por ciento, mayor cuando el impacto del fraude ha sido grave que cuando no lo ha sido, cuyo porcentaje se sitúa en el 30 por ciento.

Además, el porcentaje de personas con dos o más problemas crónicos es mayor en las personas con un caso de fraude grave. Otro dato de importancia está en lo relativo al género. Las mujeres víctimas de fraude sufren de forma más moderada que los hombres, en quienes la calidad de vida desciende más gravemente.

Además, estos casos de fraude bancario afecta a la salud mental. Según se ha podido comprobar, la inseguridad residencial es un determinante social que tiene evidentes efectos negativos en la salud. El 28,5 por ciento de las personas que han sufrido un fraude bancario sufre problemas de salud mental, frente al 23,7 por ciento de los que no han experimentado este suceso de estas características. Cuanto más grave es el caso de fraude, mayores son los problemas de salud mental.

Los acontecimientos de fraude o estafa provocan pérdida de confianza en las personas, falta de empatía con otros y culpabilización. En casos más extremos, puede tener riesgo de depresión e, incluso, suicidio. "Es necesario seguir investigando y mantener la vigilancia epidemiológica para saber más sobre los efectos de estas situaciones en la salud", han concluido los participantes en la mesa, indicando que se debería tener en cuenta estos casos en el Servicio Nacional de Salud para prestar una mejor ayuda psicológica.