Multas

El truco legal del pronto pago: cómo pagar una multa para ahorrarte el 50% (y cuándo te interesa recurrir)

Pago express en las multas. Efe
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Cuando te ponen una multa y llega el momento de pagarla, surge una pregunta de lo más lógica: ¿es mejor pagar ya y me ahorro la mitad o me la juego a presentar una alegación y conseguir que quizá me salga gratis? El sistema de “pronto pago”, regulado por Dirección General de Tráfico (DGT) en España, ofrece una reducción automática del 50% del importe si se abona la sanción dentro de los primeros 20 días naturales tras la notificación. Pero esa opción conlleva una serie de efectos colaterales que conviene conocer para decidir bien.

¿Cómo funciona y cuándo te conviene usarlo?

Cuando la DGT te notifica una infracción, tienes un plazo de 20 días naturales para pagar con reducción. Se hace para casi todas las multas, y se puede leer en la parte trasera de estas cuando las recibimos. Durante ese periodo, el importe que se debe pagar se rebaja al 50%. Aprovechar este periodo de pronto pago significa que renuncias a presentar cualquier alegación o recurso administrativo contra la sanción. 

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Sin embargo, si decides presentar alegaciones o presentar recurso, perderás ese descuento. Hay que tener en cuenta que existen infracciones que no permiten aplicar esta reducción, como es el caso de las impuestas por el uso de inhibidores de radar o no identificar al conductor responsable. En estos casos no habrá pronto pago con 50%. 

Cuándo te interesa recurrir en lugar de pagar

La opción del pronto pago es matemáticamente atractiva: ahorras la mitad del coste, eliminas el papeleo y te olvidas de la sanción. Pero no siempre es la mejor alternativa. Si crees que la multa contiene un error de forma, presenta algún dato incorrecto o puedes probar que no eres responsable, vale la pena plantear una defensa. Presentar alegaciones suspende automáticamente el descuento, pero abre la vía a que la sanción se archive o se rebaje.

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Por ejemplo, si tienes pruebas de que la señalización era deficiente o que el denunciante cometió un error, recurrir puede salir gratis o mucho más barato que el 50 % de descuento. En cambio, si no hay nada que demostrar y el coste de defenderse podría superar el ahorro que esperas, pagar la sanción puede ser lo más sensato.

Factores que debes valorar antes de decidir

  • Importe de la multa: a mayor cuantía, mayor el beneficio inmediato del pronto pago.
  • Probabilidad de éxito de recurso: ¿hay un claro motivo para alegar o recurrir?
  • Coste personal: presentar alegaciones conlleva tiempo, trámites y papeleo.
  • Exclusión del descuento: si la infracción es de las que no admite reducción (muy grave), el descuento no aplica y pagar no cambia nada. 
  • Plazos: Si se impugna fuera del período voluntario, ya solo quedará pagar el 100% o esperar una resolución en vía ejecutiva que puede incluir recargos (+20%). 

En resumen, pagar con el 50% de descuento puede ser la solución ágil y económica cuando no hay defensa razonable. Pero si sospechas que la multa es impugnable, que hay un error o que el importe es importante, recurrir puede revertir la situación y evitar que el descuento sea solo una compensación enmascarada. La clave es decidir rápido (antes de los 20 días), tener claro el escenario y asumir las consecuencias que elegir una vía u otra implican.