El “baile de tallas” provoca que la misma prenda mida diferente según la tienda y puede afectar la autoestima de los clientes.
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Muchas veces hemos ido de compras a varias tiendas y hemos salido con prendas de distintas tallas. Es lo que se conoce como el “baile de tallas”, según la marca que compremos. Nuestra compañera Sandra Mir lo ha comprobado y nos alerta de cómo este fenómeno puede afectar a nuestra salud mental.
Con metro en mano, visitamos diferentes establecimientos para comprobar cuánto miden realmente las tallas en pantalones de traje. En el primer local, cogemos tres pantalones de las tallas 36, 38 y 40 y nos metemos al probador para medirlos. La talla 36 de cintura medía 38 centímetros, la 38 alcanzaba 40 centímetros, y la 40 llegaba a 41 centímetros. Como comenta Sandra Mir, “en este caso me cabe la talla 36. En esta tienda tenemos una 36, una talla S”.
En la segunda parada, repetimos la operación con tres pantalones similares. Los resultados fueron muy distintos: la 36 medía 34 centímetros, la 38 alcanzaba 35 centímetros y la 40 llegaba a 38 centímetros. Sandra Mir explica: “esta es la talla 40. En esta tienda casi no me puedo escuchar y llevo la talla S. No, no hemos engordado en minutos, es que miden 38 centímetros las dos”.
En el último lugar, la 36 medía 35 centímetros, la 38 alcanzaba 38 centímetros y la 40 llegaba a 40 centímetros. En esta ocasión, la talla que mejor encajaba era la 38, una talla M.
Tres tiendas, tres tallas diferentes para el mismo tipo de pantalón.
Consecuencias del 'baile de tallas' en la salud mental
Este baile de tallas, además de ser un problema de medidas, puede tener un efecto psicológico significativo en los consumidores. “Esto puede llevar a conductas muy problemáticas, como no mirarse al espejo, no volver a probarse ropa o incluso llevar a cabo dietas estrictas”, alerta Susana Torres, psicóloga del centro TAP. “Afecta sobre todo a la autoestima de las más jóvenes, y mucho más a mujeres que a hombres. Cuando te enfrentas a una talla que no era la esperada, se puede ver distorsionada la imagen que tienes de ti misma”.
Afecta sobre todo a la autoestima de las más jóvenes, y mucho más a mujeres que a hombres. Cuando te enfrentas a una talla que no era la esperada, se puede ver distorsionada la imagen que tienes de ti misma
Por eso, diseñadoras como Ana Abella, de la marca Ritavon, consideran que tienen una responsabilidad añadida en sus patrones. “Nosotros lo que hacemos, antes de todo esto, tenemos una muestra que siempre la hacemos en la talla 36. En la oficina somos cinco personas con cuerpos completamente diferentes, pero nos probamos todas la misma talla porque tenemos la talla 36. Ya hemos dado con la clave, entonces nuestras clientas se sienten ya muy cómodas, porque ya se saben cuál es su talla”, explica.
Gracias a este cuidado en el diseño, se consigue una prenda que se adapta a diferentes cuerpos, un compromiso que, según Ana, todos deberían cumplir. Y es una realidad que el mundo de la moda todavía tiene mucho que mejorar en términos de uniformidad de tallas y respeto por la diversidad corporal...


